
La fotografía es, sin duda, uno de los medios más presentes en la cotidianidad de los individuos contemporáneos. Desde que los teléfonos inteligentes se han convertido en una extensión de nuestras manos, capturamos momentos en imágenes de manera casi compulsiva. Cada día se toman miles de millones de fotografías en todo el mundo, capturando todo tipo de experiencias, emociones y lugares. Sin embargo, en medio de esta vorágine visual, surge una aparente contradicción: ¿Cómo es posible que un medio tan masivo, que nos permite preservar tantos recuerdos, pueda evocar también la sensación de ausencia?
Es precisamente esta paradoja la que da pie a «Ausencias». A través de diversas perspectivas en el uso de este medio, los artistas adoptan la fotografía como un vehículo para expresar lo que ya no está, pero que sigue presente en nuestra memoria y en nuestra percepción del mundo.
Al adentrarnos en esta muestra, nos encontramos con la visión de distintos artistas, cada uno ofreciendo una interpretación única de la ausencia. Algunos de ellos han optado por representar la falta o la pérdida de manera explícita dentro de la imagen misma. Sus fotografías nos presentan paisajes desolados, objetos abandonados, espacios vacíos o retratos. En contraste, otras propuestas presentan la ausencia misma de la imagen como protagonista. Aquí, los artistas desafían la representación directa y, en su lugar, emplean elementos como la luz, la sombra y la composición para sugerir lo que falta.
Este es un espacio para contemplar la complejidad de la fotografía como un medio que va más allá de lo tangible y lo visible. Es una invitación a explorar la dualidad de la presencia y la ausencia, y a reflexionar sobre el medio mismo. A través de esta exposición, descubrimos que, en la fotografía, la ausencia no es simplemente una falta, sino un eco eterno de lo que alguna vez fue.
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- Siempre me ha fascinado la complejidad y diversidad de la experiencia humana: como antropóloga en formación utilizo los medios visuales para apoyar mis investigaciones y explorar las dinámicas culturales que moldean nuestra existencia. Sin embargo, es a través del lente de mi cámara (y con las herramientas de mi laboratorio) que puedo escapar de las limitaciones de la teoría, y sumergirme en el vibrante mundo que me rodea, la ausencia de las cosas presentes y el movimiento de la luz.





